martes, 14 de agosto de 2012

La hora más oscura (The darkest hour, 2011)


Buena parte del cine de ciencia-ficción de los años 50, aquel maravilloso cine de serie B, se hizo para adolescentes, como las revistas pulp en la que publicaban los ahora gigantes de la literatura, como Asimov, Bradbury o Heinlein. Salieron entonces auténticas joyas, como La cosa de otro mundo (1951) o La invasión de los ladrones de cuerpos (1955). En los sesenta el cine de ciencia-ficción contó con títulos notables, para mi gusto, El tiempo en sus manos (1960), El último hombre vivo sobre la Tierra (1964, de Roger Corman, protagonizada por Vicent Price y basada en Soy leyenda, de Richard Matheson, y sobre todo, y por encima de todo, 2001. Odisea en el espacio (1968); pero ya estamos hablando de un cine para adulto. Luego el cine adolescente degeneró, y salvo alguna obra de arte (que sólo nos parece así a los frikis del cine la ciencia ficción), no hubo gran cosa hasta La guerra de las galaxias (1977), que aunque fastidie a mucho detractor, dio un empujón al género que aún dura.

Esta película, La hora más oscura, está destinada al público adolescente, o friki. El argumento es muy simple;

domingo, 5 de agosto de 2012

Prometheus (2012)





Malo si una película deja en el espectador más preguntas que respuestas. Ridley Scott nos ha vendido una supuesta precuela de Alien que no es tal. No se trata del origen del bicho, sino del Hombre; bueno, el mismo tráiler lo dice: “Buscando el origen de la Humanidad, van a encontrar su fin”. Tampoco el título de la cinta, Prometheus, tiene que ver con la trama. En fin. Pero como no me gustan los críticos cascarrabias, que a estilo viejuno dicen que lo nuevo es muy malo en comparación con lo antiguo, y que los cineastas de ahora sólo quieren hacer caja –como si antes no-, voy a comentar lo que me ha parecido negativo, lo bueno, y lo mejorable.

El meollo de la cuestión es muy del estilo de Larry Niven o de Arthur C. Clarke; es decir,