El tópico que persigue a esta obra es que se escribió contra el macarthismo. Es falso. Para empezar, las fechas no encajan. Jack Finney publicó su obra por entregas en 1954, y como libro un año después. A esas alturas McCarthy ya estaba totalmente desacreditado y abandonado tanto por los medios de comunicación como por los políticos; de hecho, el Senado de Estados Unidos lo censuró por 67 votos a 22. Es más; el mundo de la cultura ya se había rebelado abiertamente contra McCarthy un año antes. Arthur Miller estrenó su obra Las brujas de Salem en 1953 en Brodway con un enorme éxito.

Existe mucha confusión entre la película y el libro. Hay quien dice que la obra de Finney es antimacartista porque el guionista del filme lo firmó con pseudónimo. En este caso, de ser así, estaríamos hablando de que la censura al senador McCarthy y a la sociedad norteamericana partió del mundo del cine, no de la obra literaria a la que nos referimos. Y es que la novela de Finney y la película de Don Siegel de 1955 tienen diferencias notables. Las dos son obras maestras, pero distintas.



Así, por ejemplo, en el libro aparece un profesor de Botánica y Biología, un tal Budlong, que es el primero en alertar en la prensa sobre la aparición de “inmensas vainas de semillas”, y que explica la teoría del origen exógeno de la vida en la Tierra según Lord Kelvin. Esta es una clave importante para justificar la llegada de esas semillas, y entender su final, que difiere del que Don Siegel dio a la película.
Finney consigue también que la parte humana de la historia tenga más contenido; es decir, Milles, el protagonista, alude a la pérdida de aquello que nos hace humanos, como la ambición, la esperanza, la lucha, el amor o la amistad. En la película de Don Siegel esto se traduce en el choque que produce la frialdad de los duplicados frente la exaltación de los humanos. El medio es distinto (novela y película) pero el éxito es el mismo.
No está de más leer el libro a pesar de que la cinta del recientemente desaparecido Kevin MacCarthy la hayamos visto muchas veces. Se descubren cosas nuevas, y se tiene una perspectiva complementaria. Se lee con agrado y soltura. Lo recomiendo.
Esta entrada se publicó en Imperio Futura el 12 de diciembre de 2010.

No está de más leer el libro a pesar de que la cinta del recientemente desaparecido Kevin MacCarthy la hayamos visto muchas veces. Se descubren cosas nuevas, y se tiene una perspectiva complementaria. Se lee con agrado y soltura. Lo recomiendo.
Esta entrada se publicó en Imperio Futura el 12 de diciembre de 2010.
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